jueves, 2 de febrero de 2017

Platicando conmigo


¿Has platicado contigo mismo?

Una de las cosas que más suelo hacer, es tener pláticas conmigo misma. Sí, así es, muchas veces preparo la bebida de mi preferencia, pongo la música que más me cuadra para ese momento y prendo un cigarro. Entonces empieza la acción. A veces se desencadena por algún suceso que aconteció durante el día, a veces son cosas que traigo cargando de tiempo atrás. Pero, la dinámica es siempre la misma. Empiezo a pensar en voz alta cómo debería enfrentar esa situación o cuál sería mi speech para expresar lo que siento ante tal evento, persona, etc. Puedo decirles con seguridad que es un gran ejercicio, en el que muchas veces descubres cosas que estaban ahí perdidas, divagando entre el subconsciente, el inconsciente, o sepa la madre en qué otra parte del universo interno. A quienes no lo han intentado se los recomiendo porque ¿saben una cosa? Independientemente de que nunca lleguen a externar este diálogo ante la persona (si es acaso una persona la que les está originando la necesidad de llevar a cabo este ejercicio), o bien, sea cual sea la manera en la que podrían hacerle escuchar al mundo sus sentimientos/pensamientos/sensaciones, es increíblemente interesante todo lo que esa conversación "imaginaria" puede revelarles. Es una gran catarsis y además, una forma bastante saludable de conocerse a uno mismo. 
Justamente en este momento estaba teniendo una de esas "reuniones" con mi persona y fue cuando nació la necesidad de redactar esto. A veces suceden cosas que te llevan a reflexionar en la forma en la que estás enfrentando algún capítulo de tu vida y puedes conciliar con la persona más importante (tu mismo), por las incomodidades o inconformidades que te provocan ciertos sentimientos.
¡Ojo! Que preparen una bebida no quiere decir que se embriaguen al punto de que terminen agarrando el celular y mentándole la madre a su mamá, papá, herman@, jefe, amig@ o novi@ porque se han dado cuenta de que en verdad han sido unos hijos de su tal por cual eh! El chiste de todo esto es que logren sentirse en paz con lo que ustedes están sintiendo o la forma en la que están manifestando ese sentir. Y si no es así, es momento también de darle la vuelta a su reacción.
¿Qué les parece? Nadie sale lastimado, tuvieron un rato diferente, aprovecharon los mil y un pensamientos que les han dado vueltas por la cabeza todo el día y lo más importante: se conocen un poco más cada día y por ende, aprenden también a respetarse por el hecho de saberse humanos, con errores y aciertos, pero ante todo con una gran capacidad de hacer conciencia, lo que les permite tener autocontrol y esperar el momento adecuado para tomar decisiones más acertadas.
¿Qué tal? Porque su amiga Sunshine soy, este consejo les doy!!!


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